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-HOMENAJES-

 
EL GENERAL

Nacido el 26 de septiembre de 1937, en la habanera villa de Guanabacoa, Luis Lorenzo Sosa estudió dibujo desde los trece años en el Liceo Artístico y literario de esa singular localidad habanera. Sin embargo, su derrotero de joven fue trabajar como obrero de una fábrica de toallas. 

 

Un día de 1960 le propusieron integrar un grupo de dibujantes que hacía la revista Mella.

Allí estaba Virgilio Martínez, uno de los maestros

en la historieta cubana. Con él y otros miembros

de la casi mítica publicación Luis Lorenzo empezó a perfilar un estilo, y precisamente,

a propuesta de Virgilio, en 1961, pasó a integrar un equipo de una nueva revista: Pionero y fue

el hacedor de su primera portada. Tres décadas de su vida dedicó a esa revista, hasta que

en 1990 pasó a Zunzún. 

 

Sobre su obra, Cecilio Avilés, historietista

e investigador, ha dicho: «En sus páginas están presentes, por lo regular, planos generales que alternan con planos medios, americanos o close up. Pero dentro del propio encuadre vemos también el uso de angulaciones que sitúan a los personajes en diferentes posiciones. Picados, contra picados, campos y contracampos son comunes en sus páginas. Realmente, su plumilla se convierte en una ágil cámara que deambula constantemente en busca de la mejor imagen». 

 

Luis Lorenzo cosechó una importante cantidad de personajes, dentro de lo que se denomina historieta seria. En el campo de los samurais —muy en boga en los años sesenta— es padre

de «Kombey» y de «Ronin», este último con un guión compartido al inicio con Juan Padrón.

Al autor de Elpidio Valdés se debieron también los guiones de Jíbaro que Luis Lorenzo supo convertir en fascinantes historias mambisas.

Con guión de Marcelino Ortiz hizo su «Capitán Fabricio» y también tiene al negro «Zombo»

un luchador por reivindicar su raza. 

 

Pero, a mi juicio, es en la ciencia ficción donde Luis realizó una obra que lo distingue, evidentemente se trata de un tema que le fascinó. Adaptó numerosos cuentos y relatos

de autores de la desaparecida Unión Soviética. 

En ese camino de búsquedas nació Matías Pérez. —«Chico, se me ocurrió un día, así,

sin más ni más, sentado allá en casa de mi suegra. Yo estaba pensando en temas para historietas de ciencia ficción y entonces de pronto me viene a la mente Matías...»

le contó Luis Lorenzo a Peglez. 

 

Durante 1969, en la revista Pionero apareció

la primera aventura de Matías... Tenía 17 páginas y en ella, su padre logra imbricar de forma coherente el costumbrismo y la ciencia-ficción. En los cuadros se aprecia La Habana decimónica, con su arquitectura colonial, guardias voluntarios, para luego dar paso al imaginario planeta Strakon, donde Matías, su amigo Smerit y Slina desarrollan sus historias.

 

La Editorial Abril en 1986 publicó una edición

de las principales aventuras del toldero portugués y dos años después la Editorial Pablo de la Torriente sacó de las prensas el volumen 

Matías Pérez y otras aventuras.

El ingenioso juego del tiempo que desarrolla

Luis Lorenzo dota a su historia de una posibilidad infinita de fabulación, y otro dato interesante es que precisamente, con este personaje el artista incursiona en el humor.

 

Y hablando de humor, cultivarlo era una de las características singulares de este artista.

Miriam García, periodista de la revista Pionero, dijo: «Lo que más me llamaba la atención

era su humor, con aquella bocaza grande.

Yo le decía tú debes estar en Palante.

Siempre se estaba riendo, haciendo chistes,

era una gente incondicional a Pionero,

a los niños. Haber perdido la vista debe haber sido terrible, vivía para dibujar, era un hombre muy modesto, muy orgulloso de sus orígenes”. 

 

A su vez, para Gladys Gómez, era «una gente maravillosa, siempre estaba riendo, con el buen humor a flor de labios. Entré como realizadora a Pionero, luego fui diseñadora y siempre encontré en el General una persona muy comunicativa». General le decían por su porte

y él aceptaba el mote porque disfrutaba del graseo entre amigos. 

 

El hombre amable, caballeroso y alegre fue perdiendo la visión hasta que casi quedó ciego pocos meses antes de morir. Y aún así visitaba Pionero para publicar su Matías

o aconsejaba a los jóvenes, como siempre

lo hizo con su mano grande de amigo tendida para ayudar.

 

(Tomado de- http://www.lajiribilla.co.cu/2003/n135_12/vidacuadritos.html, LA VIDA EN CUADRITOS, por:
Paquita Armas Fonseca | La Habana)

Foto del historietista cubano, Luis Lorenzo Sosa, autor del personaje de historieta Matias Perez.

LUIS LORENZO SOSA

Muestra del personaje de historieta, Kombey de Luis Lorenzo Sosa.
Muestra del pesonaje de historieta Matis Perez, de Luis Lorenzo Sosa.
Portada de libro de historietas del personje Matias Perez, de Luis Lorenzo Sosa.
Viñeta del pesonaje de hitorieta Tatacora, de Luis Lorenzo Sosa.
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